La Comisión Europea | 20.04.2021
La Comisión Europea ha publicado hoy las cifras preliminares sobre las muertes en carretera en 2020. Se calcula que el año pasado murieron 18 800 personas en accidente de carretera, una reducción anual sin precedentes, del 17 % con respecto a 2019. Esto significa que casi 4 000 personas menos perdieron la vida en las carreteras de la UE en 2020 que en 2019. Los menores volúmenes de tráfico, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, tuvieron un impacto claro, aunque no mensurable, en el número de víctimas mortales de accidentes de tráfico.
Adina Vălean, comisaria de Transportes, ha declarado: «Con casi 4 000 muertes menos en las carreteras de la UE en 2020 que en 2019, nuestras carreteras siguen siendo las más seguras del mundo. Sin embargo, estamos por debajo de nuestro objetivo para la última década y es necesaria una acción conjunta para evitar el retorno a los niveles anteriores a la COVID. En nuestra Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente, hemos reiterado nuestro compromiso de aplicar la estrategia de seguridad vial de la UE y reducir el número de muertes para todos los modos de transporte casi a cero».
Las carreteras de la UE son, con diferencia, las más seguras del mundo
En la década anterior, entre 2010 y 2020, el número de muertes en accidentes de tráfico disminuyó un 36 %. No se alcanzó el objetivo que se había fijado para esa década, que consistía en reducir en un 50 % el número de muertes. Sin embargo, con 42 muertes en carretera por cada millón de habitantes, la UE sigue siendo el continente con las carreteras más seguras del mundo. A modo de comparación, la media mundial se sitúa en más de 180 muertes.
Según las cifras preliminares, en 2020, 18 Estados miembros registraron el número más bajo de víctimas mortales en carretera de su historia. A escala de la UE, las muertes se redujeron en una media del 17 % en comparación con 2019, aunque la reducción distaba mucho de ser uniforme, con los mayores descensos (del 20 % o más) en Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, España, Francia, Croacia, Italia, Hungría, Malta y Eslovenia. Por el contrario, 5 Estados miembros (Estonia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo y Finlandia) registraron un aumento del número de víctimas mortales, aunque el número en países pequeños tiende a fluctuar de un año a otro.
En un plazo de tiempo más largo, el número de muertes en las carreteras europeas disminuyó un 36 % entre 2010 y 2020, por debajo del objetivo de la UE del 50 %. Solo Grecia (54 %) superó el objetivo, seguida de Croacia (44 %), España (44 %), Portugal (43 %), Italia (42 %) y Eslovenia (42 %). En total, 9 Estados miembros registraron descensos del 40 % o más.
Aunque la evolución sin precedentes en 2020 dio lugar a algunos cambios en la clasificación de los países según las tasas de mortalidad, las carreteras más seguras siguen estando en Suecia (18/millón), mientras que Rumanía (85/millón) registró la tasa más alta en 2020. La media de la UE fue de 42/millón.
Impacto de la pandemia difícil de medir
Los menores volúmenes de tráfico, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, tuvieron un impacto claro, aunque no mensurable, en el número de víctimas mortales de accidentes de tráfico. Sin embargo, los datos preliminares en Estados Unidos, por ejemplo, muestran que el número de víctimas mortales aumentó en 2020 a pesar de los menores volúmenes de tráfico. De hecho, la evidencia en algunos países de la UE también apunta a un aumento de los comportamientos temerarios, en particular el exceso de velocidad, durante los períodos de confinamiento.
Impacto en la movilidad urbana como consecuencia de la COVID-19
La popularidad del uso de la bicicleta ha experimentado un aumento significativo y muchas ciudades de todo el mundo han reasignado (temporalmente) espacio vial a ciclistas y peatones. Este alentador desarrollo puede tener un impacto positivo importante en la calidad del aire y el cambio climático y, al mismo tiempo, crea nuevos retos en materia de seguridad vial.
En toda la UE, alrededor del 70 % de las víctimas mortales de accidentes de tráfico en zonas urbanas son usuarios vulnerables de la vía pública, como peatones, motociclistas y ciclistas. Por lo tanto, abordar la seguridad vial en las ciudades es un ámbito clave y la Comisión quiere garantizar que se tenga en cuenta la seguridad vial en todas las fases de la planificación de la movilidad urbana. La seguridad vial será un elemento importante de la nueva Iniciativa de Movilidad Urbana que presentará la Comisión este año. A este respecto, dos capitales europeas, Helsinki y Oslo, lograron el hito de cero muertes de peatones y ciclistas en 2019, y mencionan las reducciones de velocidad como esenciales para conseguir este avance.
Antecedentes
Estas cifras se publican con ocasión de la Conferencia de la UE sobre los resultados en materia de seguridad vial, que reúne a responsables políticos, a la sociedad civil y a profesionales de la seguridad vial para evaluar la situación de la seguridad vial en la UE y decidir la mejor manera de dar los próximos pasos hacia el objetivo «Visión Cero».
La Declaración de Estocolmo, de febrero de 2020, allanó el camino para un mayor compromiso político mundial con la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el mejoramiento de la seguridad vial, que proclama el período 2021-2030 como la segunda década de acción para la seguridad vial e incluye un nuevo objetivo de reducción para 2030. A este respecto, la UE ya había tomado la iniciativa y se había fijado un nuevo objetivo de reducción del 50 % para las muertes —y, por primera vez, también para las lesiones graves— de aquí a 2030. Esto se estableció, en 2018 y 2019, en el Plan de Acción Estratégico sobre la Seguridad Vial de la Comisión y en el Marco de la política de la Unión Europea en materia de seguridad vial para 2021-2030, que también establecieron ambiciosos planes en materia de seguridad vial para alcanzar el objetivo «Visión cero»: cero muertes en carretera de aquí a 2050. Se incluía el establecimiento de indicadores clave de rendimiento para carreteras y arcenes seguros; vehículos seguros; el uso seguro de la carretera, incluida la velocidad segura, la conducción en estado sobrio, evitar la conducción mientras se está distraído y el uso de cinturones de seguridad y equipos de protección; y una atención rápida y eficaz tras los accidentes.