La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, han anunciado hoy su intención de organizar una conferencia de donantes, en coordinación con las autoridades turcas, para movilizar fondos de la comunidad internacional en apoyo a la población de Turquía y Siria tras el devastador terremoto que ha ocurrido esta semana. El acto se celebrará en marzo en Bruselas.

La conferencia de donantes ayudará a movilizar a la comunidad internacional para hacer frente a las consecuencias de los devastadores terremotos que han ocurrido esta semana. El objetivo de esta conferencia de alto nivel, que estará abierta a los Estados miembros de la UE, los países vecinos, los miembros de las Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales y otras partes interesadas pertinentes, es coordinar la respuesta de los donantes y movilizar recursos con el objetivo de favorecer una recuperación rápida de las zonas afectadas de Turquía y Siria. La conferencia estará presidida conjuntamente por el comisario de Política de Vecindad y Negociaciones de Ampliación, Olivér Várhelyi, y por el ministro sueco de Ayuda al Desarrollo y Comercio Exterior, Johan Forssell.

«Estamos todos conmocionados por los efectos devastadores de los terremotos que han golpeado a Turquía y Siria esta semana. La prioridad ahora es trabajar sin descanso para salvar tantas vidas como sea posible, ya que muchas personas siguen atrapadas en edificios, bajo los escombros. Para ello, se ha activado de manera inmediata el Mecanismo de Protección Civil de la Unión, y ya se han enviado 31 equipos de búsqueda y rescate y cinco equipos médicos de 23 países. Enviamos un mensaje al pueblo de Turquía y Siria: la UE apoyará a sus comunidades. Porque no se debe dejar solo a nadie cuando una tragedia como esta afecta a los ciudadanos», ha declarado la presidenta Von der Leyen, anunciando la conferencia de donantes tras una llamada con el primer ministro sueco Kristersson.

El primer ministro Kristersson ha declarado lo siguiente: «El terremoto ocurrido en Turquía y en el norte de Siria es una catástrofe sin precedentes cercanos. La magnitud de la pérdida de vidas humanas y de daños físicos cada día se hace más evidente. Las consecuencias son verdaderamente terribles. Como presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea, Suecia quiere garantizar que la ayuda de la UE sea adecuada para satisfacer las necesidades del pueblo turco y sirio en este fatídico momento».

Contexto

El 6 de febrero de 2023, se produjo en Turquía y Siria un primer terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter, seguido de al menos otros dos grandes terremotos, que provocaron la destrucción generalizada de infraestructuras públicas y privadas, afectando a miles de hogares y provocando miles de víctimas.

Han sido miles los edificios que han sufrido graves daños (entre ellos escuelas y centros sanitarios), así como otras infraestructuras públicas, como carreteras, aeropuertos, puertos, terminales de petróleo, líneas eléctricas, suministro de agua y alcantarillado. Se registraron varias réplicas graves que causaron más daños y víctimas mortales. 

El Mecanismo de Protección Civil de la Unión se activó de manera inmediata. Veinte Estados miembros de la UE y Albania, Montenegro y Serbia ya han ofrecido 31 equipos de búsqueda y rescate y cinco equipos médicos a través del Mecanismo de Protección Civil de la UE. Los equipos están compuestos por un total de más de 1 500 efectivos de rescate y 100 perros de búsqueda y rescate.

También se están movilizando equipos de ingenieros estructurales y asistencia en especie a través del mecanismo y de forma bilateral. Actualmente, se encuentra en Turquía un equipo de protección civil de la UE para coordinar la respuesta internacional.

En breve, debería ponerse en marcha una evaluación de las necesidades tras una catástrofe (PDNA), dirigida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para ayudar en la elaboración de informes sobre las necesidades de reconstrucción y rehabilitación y en la estimación de los costes globales. La Comisión está dispuesta a contribuir a esta evaluación.