01/04/2018 | El País
La Unión Europea tiene apenas un mes para tratar de convencer a Donald Trump de que hay alternativas a la guerra comercial. Europeos y estadounidenses negocian ya posibles ámbitos de mejora para importar y exportar en son de paz. Washington tiene fijación con uno: abrir camino en Europa a los coches norteamericanos, poco competitivos respecto a los comunitarios. Bruselas contraataca con la licitación pública estadounidense, casi cerrada para las firmas europeas. La UE aboga por rechazar cualquier medida unilateral y se prepara para aplicar represalias en caso de que este intento de entendimiento fracase.