24/10/2017 | El País
El pacto recoge que los empleados enviados por su empresa a otro Estado miembro durante un período de tiempo limitado, los denominados trabajadores desplazados, —no confundir con aquellos que se establecen en otro país de la UE de forma duradera para buscar empleo— deberán beneficiarse de los mismos convenios laborales que sus colegas del país de acogida siempre que sean más favorables. Una nueva realidad que Bruselas, firme partidaria del cambio, ha resumido en una frase: “Misma remuneración por un mismo trabajo en un mismo lugar”.