14/03/2018 | EL PAÍS
El Gobierno de Londres decretó este miércoles la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la suspensión de todo contacto de alto nivel con Moscú en represalia por el intento de asesinato con gas nervioso del espía Serguéi Skripal en suelo británico. En una declaración cuyo tono emulaba los tiempos de la Guerra Fría, Theresa May interpretó la negativa del Kremlin a rendir explicaciones como prueba del “uso ilegal de la fuerza del Estado ruso contra Reino Unido”. El boicot, diplomático por ahora, afecta también al Mundial de fútbol que organiza Rusia.