22/06/2017 | El País
El discurso del odio que se propaga fácilmente por Internet y la posibilidad de encriptar mensajes escapan al escrutinio policial. La Unión Europea lleva meses constatando esta tendencia, sin llegar a proponer normas específicas. Los jefes de Estado y de Gobierno exigieron este jueves más esfuerzos a las compañías —redes sociales, buscadores y empresas de mensajería— para detectar y eliminar automáticamente el contenido ilícito.