30/11/2016 | El País
Entrevista | Mario Draghi (Roma, 1947) es uno de esos personajes que llenan el espacio allá donde entran. Como presidente del Banco Central Europeo (BCE) salvó a la moneda única de dos crisis existenciales; en una de ellas, sin gastar un solo euro. Combina el valor, la principal virtud aprendida de su padre —“algo mucho más importante que el dinero: si lo pierdes no lo recuperas”—, con una finura envolvente, ese ADN italiano y a la vez contenido.