12/09/2016 | El Mundo
El Gobierno británico ya está trabajando en el escenario legal que se abrirá una vez que la salida de la Unión Europea sea un hecho. Una de las cuestiones más polémicas será previsiblemente la exigencia de un un permiso para poder trabajar en Reino Unido a los trabajadores procedentes de la UE, según apuntó ayer la ministra del Interior, Amber Rudd.